
En esta dirección -dijo el Gato, haciendo un gesto con la pata derecha- vive un Sombrerero. Y en esta dirección -e hizo un gesto con la otra pata- vive una Liebre de Marzo. Visita al que quieras: los dos están locos.
-Pero es que a mí no me gusta tratar a gente loca - protestó Alicia.
-Oh, eso no lo puedes evitar - repuso el Gato- . Aquí todos estamos locos. Yo estoy loco. Tú estás loca.
-¿Cómo sabes que yo estoy loca? - preguntó Alicia.
-Tienes que estarlo -afirmó el Gato- , o no habrías venido aqui.
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