"Si tú vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, desde las tres comenzaré a ser feliz. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitada, inquieta; ¡descubriré el precio de la felicidad!. Pero si tú vienes a cualquier hora, nunca sabré a que hora preparar mi corazón…Los ritos son necesarios".
Recordar el pasado es un juego peligroso. Si bien la mayoría de los recuerdos son simples recuerdos de una época más feliz, otros pueden llegar a ser mortales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario