"Si tú vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, desde las tres comenzaré a ser feliz. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitada, inquieta; ¡descubriré el precio de la felicidad!. Pero si tú vienes a cualquier hora, nunca sabré a que hora preparar mi corazón…Los ritos son necesarios".
21 de julio de 2012
Te creí de otra manera.
Es fácil hablar claro, cuando no va a decirse toda la verdad...¿no?
"Peor ser poco querido
y muy adulado que muy querido y poco adulado, aunque adulado te sientas
querido, y no siempre querido te sientas adulado".
No hay comentarios:
Publicar un comentario