"Si tú vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, desde las tres comenzaré a ser feliz. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitada, inquieta; ¡descubriré el precio de la felicidad!. Pero si tú vienes a cualquier hora, nunca sabré a que hora preparar mi corazón…Los ritos son necesarios".

7 de junio de 2012

Vale la pena esperar.


Cuando creemos que todo está perdido siempre hay una pequeña luz de un farol que te da fuerza y te da indicio de que todo marchará bien, unas puertas se cierran para cerrar esos círculos que no nos llevan a ningún lado y otras se abren para llevarnos de la mano a cosas maravillosas y con las que siempre soñamos y por las cuales luchamos.

Aunque no siempre seamos los mismos.
 
 

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