"Si tú vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, desde las tres comenzaré a ser feliz. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitada, inquieta; ¡descubriré el precio de la felicidad!. Pero si tú vienes a cualquier hora, nunca sabré a que hora preparar mi corazón…Los ritos son necesarios".

2 de diciembre de 2009

Romeo y Julieta,acto II,escena VI


Los placeres violentos terminan en la violencia,y en su triunfo su propia muerte,del mismo modo que se consumen el fuego y la pólvora en un beso voraz...

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