
…Espero las respuestas
de la vida.
Un dominó de décadas
cayendo prolijamente
sobre mi espalda.
Preguntas sin respuestas.
Aquí y allá…
Seguiré oteando el horizonte
desde la mecedora del tiempo.
No me abandono, no,
a los discursos llanos,
a las palabras sueltas,
o a los matices calvos.
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