"(...)Amigo es otro yo. Amigo: él era yo y yo era él. Amigo, porque él es él y yo soy yo. Amigo es aquél que nos conoce y, sin embargo, nos quiere, aquél para el cual no tenemos secretos y aún así nos aprecia. Amigo es quien te ve y no te juzga. Amigo es con quien se puede pensar en voz alta. Amigo es el mejor espejo de mi ojo. Cuando todo ya está dicho, los amigos guardan los mismos silencios. Amigo es aquél que nos pregunta cómo estamos y espera oír la respuesta. Amigo es el que te hace conciente de tu soledad y de la suya, y te ayuda a salir de ella (...) Amigo es aquél que te abre las puertas cuando vienes con muletas. Amigo es la puerta mejor cerrada, o sea, aquélla que puedes dejar abierta. Amigo es quien adivina el momento en que lo necesitas, y acude presuroso (...) Amigo es quien en la prosperidad acude al ser llamado, y en la adversidad sin serlo. Amigo es el que deja las cosas pequeñas a los amigos y a la humanidad lo grande (...) Amigo es el que te invita a un banquete y no te reprocha que llegues tarde. Amigo es el que te dice de corazón: no sabrás lo que valgo hasta que pueda ser junto a ti todo lo que llegaré a ser (...)"
Repensar las virtudes,Ediciones Internacionales Universitarias.
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