"Si tú vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, desde las tres comenzaré a ser feliz. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitada, inquieta; ¡descubriré el precio de la felicidad!. Pero si tú vienes a cualquier hora, nunca sabré a que hora preparar mi corazón…Los ritos son necesarios".

27 de noviembre de 2009

Y la manzana dijo...


Alcohólica manzana de Eva
sin sabor, sin corazón
rezuma en el vientre la espuma
el desamor.

Altos muros de cárceles
sin ventanas, sin razón
arrastra el bolso vacío
de ilusión.

Esquinas cualquieras de calles
con mil ojos y sin farol
desde abajo, en el agujero
nos mira tu depresión.

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