"Si tú vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, desde las tres comenzaré a ser feliz. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitada, inquieta; ¡descubriré el precio de la felicidad!. Pero si tú vienes a cualquier hora, nunca sabré a que hora preparar mi corazón…Los ritos son necesarios".
Mi Faro del Fin del Mundo
sigue ahi, para que tú lo sepas,
para que muchos lo sepan
y no se pierdan en aguas turbulentas.
Para que yo tambien lo vea.
Por eso a quien me lea le recuerdo,
y te recuerdo, que si alguna vez lo necesitas,
mi Faro sigue ahi dando luz....
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