"Si tú vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, desde las tres comenzaré a ser feliz. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitada, inquieta; ¡descubriré el precio de la felicidad!. Pero si tú vienes a cualquier hora, nunca sabré a que hora preparar mi corazón…Los ritos son necesarios".

29 de noviembre de 2009

Clérico de frutas prohibidas


..Pero existe un momento previo a la quema incandescente, en que las hogueras de las pasiones pueden sucumbir bajo la frialdad glacial de la Razón. En esa lluvia gélida comprenderemos, que nunca será la manzana tan deliciosa como la imaginamos, nunca estará tan fresca, tan perfecta, tan natural… y descubriremos quizás, que en el camino de buscar el objeto de nuestro deseo hemos dispersado por el aire cientos de trozos de peligrosos vidrios rotos. Mientras la piel agoniza, al este del paraíso la serpiente danza su baile eterno chapoteando feliz en un mar dulce de frutas de prohibidas....

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