
..Pero existe un momento previo a la quema incandescente, en que las hogueras de las pasiones pueden sucumbir bajo la frialdad glacial de la Razón. En esa lluvia gélida comprenderemos, que nunca será la manzana tan deliciosa como la imaginamos, nunca estará tan fresca, tan perfecta, tan natural… y descubriremos quizás, que en el camino de buscar el objeto de nuestro deseo hemos dispersado por el aire cientos de trozos de peligrosos vidrios rotos. Mientras la piel agoniza, al este del paraíso la serpiente danza su baile eterno chapoteando feliz en un mar dulce de frutas de prohibidas....
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